Estas son mis manos sujétalas. Estas son mis virtudes, quédatelas. Aquí tienes mis sueños, hazlos realidad. Llévate mi luz. Arráncame la voz. Invéntame, lastímame y luego huye hasta donde no te pueda alcanzar a mirar. Empújame, pero no dejes que caiga. Esperemos el ocaso y para entonces ya no habrá que más dar...

No hay comentarios: