Hasta que un día decidí ser asesino...hace tiempo sentía que brotaban de mi esas inhóspitas ganas de quitar vida,me imaginaba ciento de veces deteniendo la respiración de alguien, secuestrando los latidos de un músculo,quitándome sangre de la frente....
Bastante tiempo llevo ya simulando esta sobre dosis de brutalidad.No podría explicar desde cuando se instaló en mi cabeza: tal vez cuando tenia pocos años y un auto mató a mi gato ,o en la niñez cuando Facundo me robaba los lápices , quizás en la adolescencia cuando varios "amigos" me escupieron la cara , y una insensible me partió el corazón.Puede que estas ganas se hayan sublevado en la calle con la gente, con la gente.
Nose el por qué solo sé que quise desplegar la euforia y la venganza ,detentar el poder y minimizar al destino...sentirme por una vez grande ,sentirme el antónimo de dios.
Este impulso se hacia perpetuo.No me dejaba dormir.Me acuchillaba en los sueños , y en los días me señalaba las víctimas...¿Cómo podría vivir?¿Cómo podría disimular ante ellos que mi sonrisa escondía sus potenciales finales?.
Matar , que fuerte sonaba. Yo quería acabar con todo...pero no tenia el valor suficiente para acabar con mi todo...esta vez mi asesinar no era asesinarme.
Era una locura lo sé.Pero yo no estaba loco, yo era igual que el resto... así normal , con la propia subjetividad que tiene la normalidad.
Decidí ser asesino,decidí serlo.
Quería una primera vez espeluznante ,mi elegido tendría que motivar en mí: euforia,lágrimas,amor y odio ; necesitaba una escena única y vestimenta blanca.
Sin embargo, pasaron fiestas, años ,personas y rencores...y mi valor se escondía, poco a poco me convencí de que esta locura me había abandonado,y fui escondiendo los restos de la idea sublime en algún rincón de mi cabeza.
Y derrepente ...sin pensar, pasó (Así como pasan la mayoría de las cosas exitantes de la vida).
Lo consumé. Y es que yo había decidido ser asesino y cuando uno tiene muchas ganas no debe reprimirlas...
En mi departamento, mi madre de espaldas y yo la maté.
Sentí como si un demonio se hubiera apoderado de mí.No me controle, el deseo se había devorado mis neuronas.
Vi ese cuchillo de plata brillante... me incitaba , y ella de espaldas...me incitaba.
Lo enterré en un segundo fugaz, creo que en el hígado (nunca estudié anatomía, pero estoy seguro era el hígado).Un cosquilleo me corría por la nuca, sentía como el metal traspasaba su piel ,sus tejidos, sus músculos , venas, y la sangre que saltaba transformaba la escena aún mas exótica.Todo duro aproximadamente 15 minutos.
Me aleje ...observe todo desde lejos. El tiempo ahora no parecía correr.Mire mis manos manchadas y frías ,mi ropa teñida de rojo.Mi corazón ahora latía por dos...lloré un rato.
Es raro,pero todavía me siento incompleto...
Creo que aún subsisten en mi , esas perversas ganas y por suerte todavía queda mucho lugar en mi placard.
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